domingo, 24 de febrero de 2008

Robots en el valle inexplicable

Esta semana en la empresa hemos terminado de dar los últimos retoques a un robot móvil que hemos construido para un cliente. No puedo quejarme de mi trabajo, la robótica me ha fascinado desde que tengo uso de razón. Supongo que no hay muchas personas que hayan tenido la oportunidad de convertir una vocación tan duradera en una forma de ganarse la vida.

El robot en el que he trabajado es una sencilla estructura de metacrilato y aluminio llena de cables y circuitos. No se parece en nada a la idea de robot humanoide que aparece en muchas películas y novelas de ciencia ficción. Pero aún así resulta curioso cómo la gente no puede evitar una sonrisa cuando lo ve en movimiento por primera vez. Y es que hay algo en los robots, por poco aspecto humano que tengan, que hace que uno los vea como algo más que simples máquinas. Supongo que tiene que ver con que su forma de moverse nos recuerda de alguna manera a un ser vivo.Pero existen robots que son específicamente diseñados para intentar parecer humanos. Y eso tiene sus problemas.

En muchos blogs se ha hablado ya de la teoría conocida como Teoría del Valle Inexplicable. Como otros lo han explicado muy bien antes que yo, no me extenderé en la explicación. En resumen, esta teoría dice que, por alguna razón no muy aclarada (de ahí el nombre de la teoría), objetos que parecen ligeramente humanos generan en las personas sentimientos de simpatía, pero cuando el parecido comienza a ser demasiado realista aparece un sentimiento de rechazo. En el momento en el que el objeto es indisguible de una persona real, el rechazo desaparece. El "objeto" puede ser un robot, un maniquí, un personaje de videojuego, o cualquier otra representación antropoide. Una cara humana está formada por cientos de músculos que se mueven según pautas muy complejas, y el cerebro es un órgano tremendamente eficaz a la hora de descubrir la más mínima anomalía en esas pautas.



Veamos algunos ejemplos de robots en relación con la teoría. En los dos siguientes vídeos vemos dos robots humanoides (androides) diseñados como juguetes. Por ello los diseñadores han tenido cuidado de no hacerlos demasiado humanos, pero además les han dado algunas características adicionales que provocan simpatía (cabezas grandes, ojos grandes...):




Ahora un ejemplo de androide (o debería decir ginoide?) que empieza a acercarse peligrosamente a la zona del valle inexplicable:



Por último, un ejemplo de robot cuyo aspecto se encuentra en el mismo fondo del valle inexplicable. Lo siento mucho por sus diseñadores, pero no creo que a nadie le pueda resultar agradable esa cabeza. Y no es que esté mal hecha, pero... no sé, hay algo demasiado extraño en ella:


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