domingo, 28 de octubre de 2007

Estallido del cometa Holmes

El 17P/Holmes sería uno más de los muchos cometas periódicos que pasan sin pena ni gloria en sus acercamientos por las vecindades del Sol, si no fuera porque de vez en cuando, sin que nadie sepa por qué, produce un estallido y su brillo aumenta repentinamente durante varios días.


En la pasada noche del 23 al 24 de Octubre se produjo el mayor de los estallidos registrados en el cometa Holmes. Tal ha sido su intensidad que en las webs especializadas ha empezado a usarse el término megaoutburst (megaestallido). En el plazo de un día y unas horas el cometa pasó de magnitud 17.2 a 2.6, lo que supone un incremento en brillo de unas 700000 veces. Ha pasado de ser un objeto visible sólamente mediante potentes telescopios a ser observable a simple vista. Lo curioso es que el cometa ya hacía tiempo que se encontraba lejos del sol y alejándose, lo que elimina la posibilidad de que el calentamiento producido por éste haya podido ser la causa. Lo que sí está claro es que algo ha provocado la explosión de alguna cámara de gas contenida en el cuerpo del cometa.

El descubridor del magnífico estallido ha sido un español, Juan Antonio Henríquez Santana. Juan Jaén relata la historia en su blog.

Tanto ayer como hoy he tenido la suerte de poder observarlo y tengo que decir que es una de las cosas más extrañas que he visto. Se aprecia como un núcleo brillante rodeado por una envoltura gaseosa con forma casi perfectamente esférica. Con el paso de las horas la esfera crece sensiblemente, aunque eso no se observa fácilmente si no es mediante la comparación de fotografías. Actualmente el diámetro de la esfera, teniendo en cuenta la distancia del cometa (1.63 unidades astronómicas, o 242 millones de kilómetros), es de más de 400000 Km.

Para observarlo sólo tenemos que dirigir un telescopio o unos prismáticos en dirección a la constelación de Perseo guiándonos por alguna carta celeste, como esta.

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