La sonda Phoenix fotografiada en su descenso

Acabo de toparme con una de las imágenes más espectaculares que haya visto en bastante tiempo. Es una fotografía tomada por la cámara HiRISE de la Mars Reconnaissance Orbiter a la sonda Phoenix en pleno descenso sobre la superficie marciana. Esta es:



En la esquina inferior izquierda se puede ver la zona de la imagen aumentada donde se encuetra la sonda. Se aprecia perfectamente el cuerpo de la nave, el paracaidas e incluso los cables que los unen. Aunque parece que está cayendo sobre el enorme crater Heimdall, en realidad éste se encuentra en un plano más distante, a unos 20 Km de distancia del lugar de aterrizaje final.
La historia detallada de la imagen la cuentan en el HiBlog, el blog del equipo HiRISE.

Es la primera vez en la historia que se obtiene una fotografía de una nave descendiendo sobre otro planeta. Enhorabuena al equipo de la Phoenix y al de la Mars Reconnaissance Orbiter.

Mal tiempo

Debido al mal tiempo hoy no han podido venir a grabar mi observatorio para la televisión local, como estaba previsto. El momento queda aplazado para el próximo jueves. En parte es una buena noticia, porque quizá así me dé tiempo a montar el nuevo telescopio dentro del observatorio y éste no se verá tan vacío.

Puede que para los entendidos resulte un poco extraña la idea de utilizar un telescopio Dobson de 20 cm en un observatorio. Este tipo de telescopios son portátiles, ligeros, baratos y de "baja tecnología", lo contrario de lo que uno esperaría encontrar en un observatorio. Pero es lo que hay. No tengo tiempo para hacer nada más elaborado. Y, de todas formas, mi idea a largo plazo es la de automatizar la montura Dobson, de forma que resulte equiparable en prestaciones a la de una buena ecuatorial.

La idea se podría resumir como "mecánica barata, control complejo". A intentar lograr ese objetivo es a lo que me gustaría dedicar mi observatorio, aparte de observarción astronómica, claro está. Hace unos años me faltaban conocimientos de electrónica digital y de programación, ahora me falta tiempo. Tendré que planificar mejor mi tiempo libre.

Mi observatorio en la tele

Hoy me han llamado de la televisión autonómica Asturiana (TPA) para decirme que están preparando un pequeño reportaje sobre observatorios astronómicos en Asturias y quieren grabar el mío. Les va a quedar un reportaje muy corto porque en toda la región no debe haber más de cuatro observatorios, que yo sepa. Sé de más gente que se ha planteado construir uno, o que incluso lo está diseñando, pero nada más. El clima de la zona no es muy propicio para esta afición.

Han quedado en venir el viernes por la tarde a grabar, aunque quizá haya que cambiar la cita debido al mal tiempo. No creo que puedan grabar más que el exterior, porque dentro ya no tengo telescopio. Y sin telescopio no hay mucho que ver. Esta situación será sólo temporal, hasta que haga un soporte para colocar el dobsoniano sobre la columna central. Pero antes de hacer eso tengo que arreglar más cosas en el observatorio, cosas que llevarán tiempo.

En realidad, el observatorio ha estado casi en una obra continua desde que lo construí hace 11 años. Cada cierto tiempo se me ocurre algo que mejorar. Pero es normal, teniendo en cuenta que fue diseñado en una época en la que no disponía de Internet ni de libros especializados por los que guiarme.

Cuando vengan "los de la tele" les preguntaré si pueden pasarme una copia del vídeo. Si es así intentaré subir una copia (si me dan permiso, por supuesto) a Youtube y enlazarla desde este blog.

Google Trends y la previsibilidad humana

Google Trends, como sabrás, es una herramienta para conocer la evolución con el tiempo del número de veces que la gente hace una determinada consulta en el buscador de Google. El resultado es mostrado en forma de gráfico coloreado. Una característica interesante es que permite mostrar simultáneamente los resultados de dos o más expresiones, lo que permite comparar tendencias. De ahí su nombre.

Con Google Trends podemos compobar que, efectivamente, las personas en masa se comportan de forma bastante predecible. Esta previsibilidad no es ninguna novedad, por supuesto. De no cumplirse, ciencias (mejor dicho, casi-ciencias) como la sociología o la economía carecerían de sentido. Aún así es divertido comprobarlo.

Por ejemplo, veamos la gráfica que aparece cuando buscamos "oscar":

Es fácil deducir qué significan los dos picos que se producen cada año por las mismas fechas. El pequeño corresponde al momento en que se conocen las nominaciones para los Oscar, el segundo se produce tras conocerse el resultado de los premios. Es curioso comprobar como los eventos se reflejan directamente en las búsquedas en Google.

Este otro gráfico demuestra que, efectivamente, las bicicletas son para el verano. La curva roja corresponde a "summer", la azul a "bicycle":


También se pueden hacer búsquedas más trascendentales. Por ejemplo, podemos ver la evolución en la popularidad de algunos sistemas operativos con el tiempo (Ubuntu azul, XP rojo, Vista naranja):

Replanteamiento

Supongo que a todos los bloggers les pasa lo mismo. Uno empieza un blog con la firme intención de publicar diariamente contenidos interesantes. Los primeros días uno no hace más que pensar en cosas que escribir, pero con el tiempo las ideas se van agotando, y escribir en el blog se queda para los huecos en los que uno se encuentre con ánimo para ello. Cuando estudiaba había muchos de esos huecos, pero ahora quedan cada vez menos.

Mi intención inicial era hacer un blog de divulgación científica y tecnológica. Hablar sobre cosas complejas con un lenguaje sencillo, y explicar los conceptos desde el principio, presuponiendo muy pocos conocimientos previos por parte del lector acerca de la materia tratada. Asimov era capaz de escribir más de cien páginas diarias de ensayos científicos (¡y de calidad!), pero yo no, ni mucho menos. Tengo que pararme a pensar cada frase, y a menudo me atasco y vuelvo hacia atrás. Ese tipo de artículos llevan mucho tiempo, y quizá un blog no sea el medio más adecuado para ellos. Lo más importante en un blog es que sea dinámico, y yo no puedo publicar con una periodicidad razonable si cada artículo me lleva varias horas.

Como no quiero abandonar el blog ni seguir publicando una vez al mes (que, para el caso, es lo mismo), tengo que cambiar mi idea original. Dejaré los artículos extensos para los momentos en los que me sienta inspirado, pero este ya no será un blog principalmente divulgativo. Será, simplemente, un blog sobre las cosas que quiera contar en cada momento. Si no me limito a textos divulgativos tendré más libertad para escribir y podré mantener el blog con vida. Veremos si con este replanteamiento logro una mayor periodicidad. Una solución que he descartado es la de invitar a alguien más a que escriba. Muchos buenos blogs funcionan así, pero para mí esto es un proyecto personal. Si un dia dejo de escribir, el blog se acaba. Y punto.

¿Y sobre qué escribiré?. Pues básicamente sobre lo mismo: ciencia y tecnología. Más que nada porque es sobre lo que más sé y sobre lo que más tengo que contar. Pero el tono será diferente. Escribiré por escribir y lo haré para mí. Ya no explicaré los principios detrás de los conceptos y no intentaré hacer de cada post algo digno de ser publicado en papel (bueno, de vez en cuando quizá me encuentre con tiempo y fuerzas para ello). Así que defraudaré a los pocos de vosotros que leíais mis largos artículos. Si queréis seguir leyendo blogs de divulgación, en la barra de enlaces de la derecha encontraréis algunos muy buenos.

De todos modos no hace falta que me borres todavía de tu agregador. Quizá, después de todo, haya algo aquí que te interese.

El telescopio terminado

La saga de la construcción del telescopio se acaba con esta entrada. Ya era hora. No es que me haya puesto a trabajar en él como loco desde la entrada que publiqué el miércoles. En realidad todas las fotos están tomadas desde hace unos cuantos días, pero lo he ido dejando y dejando...

Aquí se puede ver el aspecto final. El tubo de PVC está recubierto con dos láminas de plástico adhesivo negro (Aironfix) para darle un aspecto más elegante. El interior está pintado con spray negro mate, para evitar reflejos molestos. Le he puesto también un asa en la parte superior del cradle para hacer más cómodo su desplazamiento.



Aquí una vista frontal en la que se aprecia el anillo de madera delantero, la araña del espejo secundario y el espejo primario, al fondo. Se puede apreciar una marca en forma de anillo en el centro del primario. La he puesto para facilitar la colimación de la óptica mediante láser.



Por último, una fotografía del buscador y el portaoculares. Ambos estaban ya en mi anterior telescopio, al igual que los espejos y la araña del secundario. Hace once años compré el conjunto de elementos ópticos a Optics Pedret. He tenido que repintar completamente el buscador y la araña porque el óxido había acabado levantando la pintura. También he enviado los espejos a aluminizar de nuevo. Once son muchos años para un espejo de telescopio.


Todavía no he podido probar el telescopio a fondo. Sólo he hecho unas pocas observaciones sin alejarme de casa, pero ha sido suficiente para comprobar que la montura es realmente robusta. Se puede estar tocando en el portaoculares a máximos aumentos (con un ocular de 4 mm, por ejemplo) sin que se aprecie ni una sola vibración. Cuando tenga la oportunidad me iré con él a algún lugar de cielos oscuros y os contaré.

Más fotos de la construcción del telescopio

Después de más de un mes sin actividad en el blog, aquí va otra tanda de fotos de la construcción del telescopio.

En este par de fotos se ve la forma de la celda del espejo primario. Consiste en un par de discos de madera unidos por tres tornillos, con un muelle de compresión en cada uno. El disco de mayor diámetro va atornillado al tubo y el pequeño soporta el espejo, al que va pegado con silicona.


El asa sirve, como es de suponer, para poder extraer fácilmente la celda del tubo. En el centro de los discos hay un agujero con un ventilador, que sive para acelerar el proceso de equilibrado de la temperatura del espejo y el interior del tubo con el exterior. Aún no he probado la eficacia de este método.

Las siguientes fotografías muestran dos etapas en la construcción del "rocker", la pieza que soporta el eje de altura. El rocker tiene su parte inferior forrada con formica (la segunda foto muestra el momento en el que la estaba pegando, con pegamento de contacto). La formica va apoyada en tres piezas de teflón y pivota alrededor de un eje central (eje de azimut).


En los arcos superiores del "rocker" hay cuatro piezas de teflón sobre las que se apoyan los rodamientos de altura, también forrados de formica. La fricción del teflón sobre formica es un aspecto clave en este diseño. La razón está en que el coeficiente de fricción dinámico es casi igual que el estático, por lo que las piezas deslizan suavemente, sin apenas tirón inicial.

Por último muestro un par de detalles del acabado de la formica, una vez pegada y lijados los cantos, y de una de las piezas de teflón del eje de altura.


Como ya he comentado en una entrada anterior, no pretendo dar una explicación detallada ni hacer una guía fotográfica de la construcción del telescopio. Para eso ya hay buenos libros y páginas web. Así que me dejaré de explicaciones y en el próximo post mostraré ya las fotos del telescopio terminado. Esta vez no tardaré tanto en publicar. Prometido.